Todo directivo de cualquier empresa sueña con conocer en profundidad los pensamientos de sus clientes acerca de sus productos. En marketing ya no basta con escuchar lo que nos dicen los clientes, sino que se intenta dar un paso más para conocer lo que realmente piensan sobre nuestros productos, por ejemplo, si los compraría o no y porque o si lo recomendarían. El Neuromarketing es la herramienta que permite a las empresas afinar aún más las campañas de marketing para hacerlas más efectivas.
Diversos estudios han demostrado que el 93% de las decisiones que tomamos son guiadas por los instintos emocionales. Los expertos en neuromarketing y publicistas se encargan de crear campañas publicitarias con un contenido emocional para alcanzar la fibra sensible del público. De tal forma que cuando el cliente vea en el mercado el producto de forma inconsciente decidirá adquirirlo por las sensaciones percibidas a través de las campañas publicitarias. Otros estudios que demuestran que la publicidad en el punto de venta no es efectiva.
Las empresas saben jugar con las reacciones de las personas ante sus inquietudes, por ejemplo el factor miedo, es una variable muy influyente para llamar la atención de una persona, si la publicidad nos ofrece cualquier producto que sea beneficioso para la salud como productos para ayudar a eliminar el exceso de colesterol, o el milagro de las cremas antiarrugas, los consumidores como seres con miedos intentan adelantarse a lo que sea para no caer en aquellas cosas que les asustan.
El neuromarketing es muy utilizado en el mundo de la empresa incluso es utilizado en las empresas industriales, que tocan elementos que pueden ser menos influenciables por aquello que forma parte de nuestro yo irracional y que sin embargo pueden empujar o no a una compra. El neuromarketing es un elemento clave a la hora de fijar precios, por ejemplo un producto con precio 399€ nos da la sensación de que son 300€ lo que pagamos cuando en realidad son 400€.
Un sentido muy importante es el del olfato, muchas veces nuestro subconsciente se deja guiar por él, y es una baza con la que juegan las empresas, por ejemplo cuando pasamos por una panadería el olor del pan nos invita a entrar en la tienda, o caminos por la calle y el olor de alguna prenda de vestir de la gente nos permite identificar dónde lo ha comprado.
Cada vez son más los expertos que afirman que el marketing del futuro se llevará a cabo en la mente del consumidor, tal es así que se lanza la siguiente pregunta ¿llegará el momento en que sea tal la influencia del marketing en nosotros que compremos productos sin siquiera ser conscientes de que nos están induciendo a hacerlo?
Es difícil que las estrategias del marketing lleguen a inducir al consumidor sin que el propio consumidor sea consciente de ello. Ya que es muy diferente el hecho de satisfacer las necesidades del consumidor a crearselas. Aunque en cierta manera esto ya nos está pasando, y pongo un ejemplo claro, el tema de los smartphones, mucha gente ya se está volviendo dependientes del móvil, tal es así que hay gente que si se le estropea el dispositivo móvil, hasta que lo reparan o adquieren un nuevo, entran en una crisis de ansiedad. Esto es una necesidad que se ha creado al consumidor, pues hace unos años atrás, la gente vivía igual de bien sin este tipo de dispositivos.
El marketing del futuro seguirá funcionando para satisfacer las necesidades o deseos insatisfechos de los consumidores, pero cada vez más a través de estrategias y mensajes emocionales, y siempre teniendo en cuenta las reacciones del consumidor ante la marca y/o producto en cuestión.
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