Con la revolución del siglo XXI “INTERNET” ha cambiado muchos aspectos y rutinas de nuestra vida. Concretamente si nos centramos en la tecnología, los ordenadores, tablets o teléfonos móvil son como si fueran un miembro más de nuestro cuerpo.
Antiguamente la televisión funcionaba como nexo de unión familiar a la hora de la comida o las tardes de domingo viendo películas. Pero ¿qué es lo que está ocurriendo? Los canales de televisión viven gracias a las empresas que se publicitan en ellos, es su forma de financiación para poder sobrevivir. Pero hoy en día existe una saturación publicitaria, han abusado tanto de las esperas interminables en medio de los programas de entretenimiento, series, películas… que han acabado con la paciencia de los telespectadores que han optado por utilizar internet para aliviar dichas carencias.
El espectador del siglo XXI exige ver en internet los contenidos televisivos en el momento que desea huyendo de lo bloques publicitarios ¿Supone este hecho la muerte de la televisión como medio publicitario? Lo que queda muy claro es que internet llegó para quedarse y es el que lleva los mandos.
Últimamente estamos viendo cómo cada vez son más las cadenas de televisión que se hacen hueco en este paradigma ofreciendo la televisión online a la carta. ¿Pero qué va a ocurrir con la publicidad? Podría decirse que la forma en la que se utilizaba la publicidad ha sido la inspiración para que exista esta diversificación y no porque no fuera efectiva, pues cierto es que las grandes empresas están notando la pérdida de audiencia de sus anuncios, hecho que conlleva al desconocimiento de sus nuevos productos. La publicidad es un factor que influye directamente sobre las personas, permite llegar a diferentes públicos y tiene una gran repercusión sobre ellos.
Respondiendo a la pregunta inicial la televisión sufre una situación delicada en la cual deberá reinventarse y adaptarse a las nuevas expectativas de los telespectadores. ¿Responderá a estás espectativas la televisión de pago?
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